Web 2.0 es una incipiente realidad de Internet que, con la ayuda de nuevas herramientas y tecnologías de corte informático, promueve que la organización y el flujo de información, cada vez más, dependan del comportamiento de las personas que acceden a ella, permitiéndose a estas no sólo un acceso mucho más fácil y centralizado a los contenidos, sino su propia participación tanto en la clasificación de los mismos como en su propia construcción, mediante herramientas cada vez más fáciles e intuitivas de usar.
El concepto de «Web 2.0» nació durante una sesión conjunta de O'Reilly y MediaLive Internacional para la preparación de conferencias. Dale Dougherty, pionero de la Web y vicepresidente de O'Reilly, observó que en lugar de haberse «estrellado», la Web era más importante que nunca, y que nuevas aplicaciones y sitios iban surgiendo con una regularidad sorprendente. Además, las empresas que habían sobrevivido al derrumbamiento parecían tener algunas cosas en común. ¿Podría ser que el hundimiento del mercado puntocom marcase una especie de punto de inflexión para la Web, de modo que tuviera sentido una invitación a la «Web 2.0»? Estuvimos de acuerdo en que sí, y de este modo nació la Conferencia Web 2.0.
Nació a mediados de 2004 y creció hasta ser portada de los principales semanarios mundiales en las navidades de 2006. Este fenómeno tecno-social se popularizó a partir de sus aplicaciones más representativas, Wikipedia, YouTube, Flickr, WordPress, Blogger, MySpace, Facebook, OhMyNews, y de la sobreoferta de cientos de herramientas intentando captar usuarios / generadores de contenidos.
La Web 2.0 es la representación de la evolución de las aplicaciones tradicionales hacia aplicaciones Web enfocadas al usuario final. El Web 2.0 es una actitud y no precisamente una tecnología. Se trata de aplicaciones que generen colaboración y de servicios que reemplacen las aplicaciones de escritorio.
Es la etapa abierta en Internet tras la caida de las puntocom(2001-2002), en la que los contenidos de los servicios online de referencia pasaron a ser creados por los propios usuarios en vez de por plantillas profesionalizadas. Esto, a su vez, permitió la participación de los usuarios en la generación del output de los servicios y a veces la interacción en comunidades.
Visto ahora con cierta perspectiva, en el periodo 2002-2010, el de la llamada Web 2.0, distinguimos 3 fases caracterizadas por la preeminencia mediática de un tipo de software o servicio, una topología de red y una forma cultural característica bajo la que se viven las formas de relación derivadas:
Blogsfera (red distribuida) y cultura de la interacción (experiencia social de la plurarquía en un entorno definido por la lógica de la abundancia).
Wikipedia y servicios Web participativos (red descentralizada) y cultura de la participación (la generación artificial de escacez se justifica sobre el discurso dospuntocerista, el rankismo y el participacionismo se convierten en moneda de cambio)
Facebook/Twitter (red centralizada), con la reemergencia de una cultura de la adhesión llevada al paroxismo por los libros de caras.
A veces la comparación es la mejor forma de definir algo. En la Web 2.0 ya no es sólo un experto quien publica contenidos, se democratiza la generación de contenidos gracias a la facilidad de editar documentos, crear blogs, subir fotografías, vídeos, etc. Las facilidades de comunicación entre usuarios aumentan de forma que se crean interacciones horizontales. ¿Consecuencia? Proliferación de contenidos digitales.
La cola larga o “long tail” de contenidos; hoy en día, se ha ampliado considerablemente con la evolución y revolución de la Web 2.0.
El hecho de que cada usuario pueda acceder a la información segmentada que le interesa, ha hecho que los medios de comunicación tradicionales como la televisión, radio y prensa hayan perdido protagonismo. Se ha generado una migración de los medios tradicionales a Internet. Eso trae como consecuencia que la inversión en publicidad en Internet haya aumentado considerablemente en los últimos años.
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